domingo, 6 de junio de 2010

Hoy me encontré con una de esas "cartas a mi misma" que me gusta escribir de vez en cuando. Sentarme en una cafetería, pedir un café, sentarme en una mesa apartada y escribir. Todos tenemos nuestros rituales para estar a solas. Irónicamente el mío consiste en aislarme en un lugar público.

Cada vez tengo más la sensación de que cuando vamos por la calle no nos vemos los unos a los otros. Si la mejor forma de ocultar un libro es una biblioteca quizás la mejor forma de ocultar una lágrima sea un mar de gente.

El paradigma de la comunicación: cada vez más cerca, cada vez más lejos.

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