Entre que cuando quiero escribir o estoy cansada o no tengo el ordenador a mano, que tengo la cabeza hecha un lío y que cuando puedo escribir no me sale nada decente no posteo nada de nada!
Y no es porque no pasen cosas: el viaje a BCN, la vuelta, los líos de la Asociación, la gente, las jornadas y ahora las prácticas.
Cambiando de tema, esta tarde iba por la calle y me encontré con un par de sitios cambiados en la ciudad. Hace unos días que tengo ganas de salir con mi churro-cámara a hacer alguna foto de pequeños detalles que me gustan mucho de León. Son cosas tan simples como los balcones de cristalera que hay en algunas casas, el empedrado del suelo que resuena cuando pasas con zapatos de tacon (y que están cambiando por baldosa, una verdadera pena)...
Las dos veces que he ido por un tiempo a Barcelona me he enamorado de la ciudad porque parece que no se acaban las cosas que ver y que hacer; y en cada rincón puedes encontrarte algo nuevo. Además, me encanta el metro, el tranvía, el funicular y el teleférico. Y la gente que va leyendo en el metro. Y otro montón de cosas que solo se pueden disfrutar en una ciudad grande.
Por eso volver a León se hace un poco pesado. Volver a la rutina, a la misma ciudad de siempre, a la universidad, al curro, a pegarme con los papeles de la secretaría... Reconocer que hay pequeñas cosas que me gustan, rincones por descubrir y redescubrir me arranca una sonrisa que hace más llevadera la vuelta. Bueno, eso y la gente ;)
Ains, que me tienen liada entre unos y otros y no sé ni lo que escribo. No me lo tengáis en cuenta. Ya os hablaré de las nubes de peces que he visto hoy ^^
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